¿Cómo elegir el país coproductor adecuado ante un mundo tan diverso?
Cuando te propones coproducir al nivel internacional, tu primer planteamiento es averiguar cuáles serían los países más adecuados, como podría selecciónalos y definirlos para llegar a esos mercados de destino. Para ello, lista una serie de criterios de selección que ha de tener un país para coproducir con él. Veamos a modo de ejemplo, algunos criterios que pueden ser utilizados para delimitar los mercados de destino:
¿Concentración o diversificación?
La estrategia a seguir en lo que respecta la coproducción internacional es la táctica de la concentración. Es decir, que la atención se centra en muy pocos países, un máximo de tres o cuatro países. Al contrario, si aplicamos una estrategia de diversificación, abarcaríamos cuanto más países mejor. Esta estrategia se aplica sobre todo para las preventas o ventas de unos contenidos cinematográficos o audiovisuales. Sugiero centrarse en pocos países en un primer estudio de mercado. Unos tres como inicio es un buen ejercicio metodológico. Antes de entrar en un estudio profundo de cada país de destino elegido, vamos a definir primero una serie de criterios de selección, partiendo de lo sencillo al complejo. Armaremos un argumentario de preguntas y respuestas partiendo por lo que debe tener un país para que vaya a coproducir.
El idioma y la cercanía: dos elementos que juegan a tu favor.
La cercanía y el idioma en común son dos criterios que tomaremos en cuenta a la hora de iniciar nuestra exploración territorial. Las cosas suelen funcionar bien entre países vecinos con un idioma común. Para los países más pequeños con grandes vecinos que hablan el mismo idioma, puede ser complicado. Uno nunca sabe si es una ventaja o una desventaja. Esto también puede conducir a un problema de identificación del cine nacional. La gente confunde las películas austriacas con las alemanas, las belgas con las francesas y las canadienses con las estadounidenses. La cercanía reduce gastos de desplazamiento y de logística. El idioma en común facilita la comunicación entre equipos.
Antecedentes e históricos
Mira de cerca que antecedentes de coproducción hay con mi país, que tipo de películas se hicieron por género y categoría, como se repartió la parte autoral, técnica y financiera, que productoras y fuentes de financiación hacían parte del plan de financiación. Los títulos de crédito de las películas son una buena fuente de información para averiguar la estructura financiera de la obra. Desglosan todos los participantes de una obra, en sus diferentes niveles. Un tema relevante para averiguar es la disposición de tratados bilaterales entre el país de origen y los países coproductores de destino que he seleccionado. La gran mayoría se centran en el cine a nivel mundial. Sin embargo, se han intensificado los tratados de televisión desde este principio de siglo. En Europa, son muy comunes, sobre todo en países como Francia, Alemania, Italia. España tiene de momento dos, con Argentina y Canadá. No es muy prolífico en ese aspecto, incluso con los de cine que solo dispone de 19 a nivel mundial. Puede que haya un fondo a la coproducción aportado por los organismos cinematográficos o televisivos del que mi socio coproductor y yo podemos beneficiarnos. Existen fondos de apoyo a la coproducción entre Francia y Canadá, Brasil y Argentina. Averigua los antecedentes de coproducción del país de origen con los países de destino. Extrae de la Red las resoluciones públicas que hacen los institutos de cine y audiovisual y lista el tipo de empresas que fueron premiadas o agraciadas. Hazlo tanto a nivel nacional como supranacional, con organismo tipo IBERMEDIA, EURIMAGES O MEDIACREATIVE.
Disponibilidad de industria: talento, técnicos, infraestructura.
Es de vital importancia que los países de destino dispongas de una industria de cine y/o televisión consolidada o en todo caso emergente cuya cadena de valor sea completa, desde las autorías reconocidas, talento y técnicos de nivel. Los precios o costes de producción deben ser razonables y por encima del umbral definido. Los países de destino deben estar abiertos a la comercialización y parte de su población debe disponer de un alto nivel de renta para el consumo audiovisual.
Fuentes de financiación
La presencia de cadenas o plataformas fuertes de televisión que puedan coproducir con mi coproductor o conmigo es una buena motivación. Eso mismo se aplicará a la disponibilidad de canales de venta y distribución
La existencia de fuertes de financiación públicas y privadas es clave, así como disponer de una seguridad legal que proteja la obra coproducida. Esos países de destino deben ofrecer también desgravaciones o deducciones fiscales que motiven la coproducción internacional. La existencia de garantías de pagos es relevante así como el cumplimiento de los planes de producción y entrega. Todo eso desprende de la buena o mala imagen del país. El nivel de competencia no debería ser demasiado alto.
Es importante comparar esquemas financieros y buscar socios de coproducción en países con antecedentes similares. Si alguien contribuye con el 50% de los costos de producción, lógicamente también debe realizar el 50% del trabajo a menos que las partes involucradas lleguen a un acuerdo diferente. En este caso, sin embargo, no todos los euros valen lo mismo. Incluso si la cantidad de trabajo se divide equitativamente entre países con antecedentes financieros muy diferentes posiblemente no se logre la financiación. Hay que evitar las asociaciones donde la aprobación de la financiación tomará más tiempo (ya que esperar la aprobación también aumenta los costos para el otro lado), o entre países que son financieramente incomparables, como Francia y la República Checa. Si tenemos una producción significativamente más barata en la República Checa, contribuiremos con una cantidad menor al presupuesto general y el socio probablemente no querrá aceptar los mismos derechos en la toma de decisiones, la participación en los ingresos de la venta, o la misma cantidad de emisiones en ambos países.
Logística y producción
Los países de destino deben aportar facilidades en la logística de mover dinero, personas o equipos a través de las fronteras para poder capitalizar mejor las localizaciones, los servicios y las personas disponibles. Asegúrate que no existen esas trabas que pueden afectar un rodaje como los permisos o los visados de entrada y salida. Es una buena práctica analizar y contrastar con otros productores las dificultades y barreras a las que se han enfrentado anteriormente en esos países de destino. Por ejemplo, la existencia de cuotas de distribución y programación. Las grandes diferencias culturales que impiden tener una visión común de la obra y su adecuación a los dos o tres mercados coproductores.
Una vez definidos esos tres países, se trata de estudiarlos siguiendo un patrón que veremos en otro post.
Conclusiones
Para poder evaluar la viabilidad de una coproducción internacional, debemos conocer a fondo los organismos oficiales de apoyo a la producción y el funcionamiento de los sistemas de financiación de cada país coproductor, así como sus respectivas fuentes de financiación y recursos cinematográficos y audiovisuales de producción y postproducción. Para obtener la información más actualizada visita el sitio web de cada organismo oficial, de cada fondo. Encuentra las guías de coproducción que realizan los organismos oficiales. Date de alta en las bases de datos tipo cinando.com para tus estudios de mercado e identificación de potenciales coproductores. Vale la pena planificar bien en términos de qué país se asigna qué parte de la producción. Algunas empresas tienden a centrarse más en la creatividad, mientras que otras son más capaces de proporcionar postproducción. Si tiene uno o más países de destino por del tema de su proyecto, viaja a los mercados y festivales en esos países.
Busca la información detallada del país para evaluar qué eventos asistir como festivales específicos con redes. Muchos productores también asisten a mercados de cine y televisión tradicionales como, por ejemplo, la Berlinale, como una forma de conocer potenciales coproductores, compradores, financieros y emisoras. Los productores de medios digitales no deberían limitarse a los mercados de medios digitales y conferencias, incluso si el proyecto es digital independiente.
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