¿Conoces la fórmula para ser un «Original» de Netflix?
Bailando al son del algoritmo: la mano que mece la cuna de los contenidos multiplataforma.
Es difícil hoy en día establecer el precio de venta de un contenido en las plataformas de VoD debido a la falta de transparencia y claridad respecto a la información, tráfico, descargas, visionados, etc. Además, porque la decisión y la valoración de un contenido depende de un algoritmo «sabelotodo». Esto se aplica, tanto para las producciones propias y las compradas. No se busca ya un consenso con los creadores en la compra de los contenidos. La fórmula de Netflix está basicamente en sus manos…
La intuición humana del programador se desvanece. Simplemente se limita a formular el precio calculado por el algoritmo que determinaba cuál será su valor. El hecho de que la plataforma de streaming base en la tecnología la compra de producciones podría explicar las diferencias entre el desembolso de unas y otras. Mientras que en algunas ofrece cantidades relativamente pequeñas o directamente no puja, en otras suelta millones sin pensárselo dos veces. Como los 13 millones de dólares por los que compró la serie The Crown.
Modelo «Original»: tasa sobre el coste de producción
En este modelo de negocio, Netflix compra programas a una tasa del costo de producción más alrededor del 30 por ciento de los costos de producción. Retiene con esta fórmula todo o la mayoría de sus derechos de licencia futuros. Netflix no creó este modelo llamado «cost-plus model”. HBO ha utilizado modelos similares en el pasado para su programación. Pero Netflix lo ha popularizado. El modelo también está siendo adoptado por otras plataformas como Amazon y Apple. Negocian más derechos de propiedad en sus contratos para seguir siendo competitivas cuando buscan una nueva programación. Es un tipo de producción ejecutiva con premio. Es un margen porcentual que puedes compartir con un inversor, a través de una AIE, u otra fuente de financiación. Puede describirse como «precio fijo”. Ofrece cierto consuelo a los productores, especialmente a los menos conocidos. Sin embargo limita directamente su potencial de ganancia.
En este sistema, si una película tiene un éxito monumental en la plataforma, la remuneración del productor seguía siendo la misma. Netflix se convierte en la única y absoluta dueña del producto. Un derecho que adquiere la compañía tras la adquisición. Debes renunciar a un porcentaje de ganancias por los visionados, las reposiciones, o si la serie o película se vende en formato físico, o a otras televisiones o cadenas. Los creadores suelen recibir el dinero por adelantado, pero a cambio el show pasa a quedar en manos de la plataforma. Esta receta no lleva backends por reemisiones en segundas ventanas o royalties por reproducción. Los beneficios que podrían embolsarse dentro del circuito televisivo tradicional serían muy superiores a los ceros que se están embolsando por varios años de creación cautiva. Los backends están siendo desplazados por los adelantos dentro de la nueva economía del streaming. ¿Va quedando clara la fórmula para ser un «original» de Netflix?
Nuevas formulas
El antiguo sistema de pago de Netflix era menos motivador en términos de potencial de ganancias. Además, Netflix garantizará los costos de producción y ofrecerá un bono adicional a los productores. Asegura así, independientemente del éxito de la película, una ganancia incluso antes de su lanzamiento. Netflix se ha visto obligado a revisar su política de retribución variable para hacer frente a la llegada de importantes competidores al mercado, dispuestos a atraer a los mejores directores.
Netflix ha optado por implementar dos modos de bonificación diferentes. El primer bono iría directamente a las películas de autor y estaría correlacionado con la cantidad de premios obtenidos por estas prestigiosas películas, como por ejemplo, la película «Roma» del director Alfonso Cuarón, primera película financiada por Netflix que ha obtenido prestigiosos premios, un León de Oro en el Festival de Cine de Venecia y el Globo de Oro a la mejor película en lengua extranjera. Netflix pretende ser más generoso y espera atraer talento del cine tradicional. El segundo modo se centra en una cláusula de retribución variable que depende directamente de la actuación de la película en taquilla. Cuanto más exitoso sea este último con el público, más las distintas partes interesadas obtienen una compensación variable significativa.
Esos acuerdos se celebran entre estudios de Hollywood, mini-majors, productores, actores más o menos conocidos, o incluso directores.
En el siguiente post, trataremos de las licencias que se pueden otorgar a estas plataformas en streaming sin cesión de derechos patrimoniales.
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